Philip Seymour Hoffman es Resines
Personaje a interpretar: secundario de formato físico típicamente americano, pajillero entrado en carnes, de tendencias sexuales difusas y con gran capacidad de generación de asco en un porcentaje grato de la audiencia.
Amigos/as, seguidores/as de éste su blog, deberíamos sentirnos más que orgullosos. Un Resines, uno de los nuestros, ha sido premiado merecidamente por lo que es la Academia Hollywoodiense con un Oscar.
Continuando la ya firme apuesta por el resinismo de la Academia (véanse Almodóvar, Pedro; Zellweger, Renée; Day-Lewis, Daniel...), un excepcional representante del Resines' Studio estadounidense, Philip Seymour Hoffman, ha sido distinguido con la codiciada estatuilla.
Pues muy bien, hombre, pues muy bien.
Ahora, ya les digo que a éste le pones a protagonizar The Serranos y no se lleva ni un premio TP.
Pero, bueno, a lo que vamos. Hoffman es Resines. Pero a lo guarro.
Parece ser que su primer papel cinematográfico de relumbrón fue en Esencia de Mujer. Lo cierto es que no lo recuerdo, pero está claro que tuvo la excepcional oportunidad de aprender al lado de uno de los grandes Resines de la historia: Al Pacino.
Este fue el punto de partida de su secundaria carrera que le ha llevado a hacer aparecer su cabezón durante 3,6 segundos en títulos como Ni un pelo de tonto (oficial de policía baboso), Twister (perseguidor tornadístico baboso), The getaway (secundario indefinido baboso)... hasta llegar a Boogie Nights, donde mientras interpretaba (por decir algo) a un técnico baboso al que le ponía Marky Mark, entabla relación con el que podríamos considerar su mentor, Paul Thomas Anderson.
Luego picaron los Coen porque parece que sale en El Gran Lebowski, aunque yo no me acuerdo de nada y después en la mítica Patch Adams donde borda el papel de compañero baboso de otro... bueno, éste no hay ni que comentarlo, Robin Williams.
Hasta que le llegó su gran oportunidad. El papel que todos los que le apreciamos estábamos esperando para él. Un baboso 24hourmasturbating en Happiness. Y se sale.
Se sale tanto que vuelve a un hospital para hacer de cuidador baboso en Magnolia dónde absorbe resinismo de uno de los líderes de la Iglesia de la Resinología, Tom Cruise. Y empalma (permítaseme la expresión) con un atontao baboso con el pastón en El Talento de Mr. Ripley y con un crítico baboso de rock rollo Fernandisco en Casi Famosos.
También intentó destrozar La Última Noche, pero para mí que no lo consiguió.
Y ahora, pues nada, lo mismo de siempre, le pones un poco de voz de pito y a inflarse a estatuillas.
Más sobre El Gran Héroe Americano contemporáneo en este grato link.