Najwa Nimri es Resines

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Queridos, fieles y pacientes amigos: he vuelto. No sé por cuanto tiempo, pero aquí estoy otra vez.

Y qué mejor que comenzar una nueva etapa con una figura del post-resinismo e incluso, por qué no decirlo, del meta-resinismo: Najwa Nimri.

Descripción del personaje a interpretar: mujer que se cree que está buena por alguna razón que a mí se escapa, completamente pasada de vueltas y de alucinógenos, a la que es importante que no se le entienda ni una palabra en el transcurso de la película y si puedo hacer de mala, mejor.

Es de justicia comenzar este post homenajeando a Daniel Calparsoro que podría haber sido un egoista y, simplemente, enrollarse con ella. Pero no. Él decidió que había que darla a conocer al mundo. Y el mundo se lo debe agradecer. Desde este insignificante púlpito, gracias Daniel.

Efectivamente, todo comenzó con la nunca bien ponderada Salto al Vacío, que marca su resinistica carrera con dos toques identificativos sencillamente magistrales: a) joven antisistema antitodo soyrebeldeporqueelmundomehahechoasí; b) igual sus diálogos son en albanés porque no se le entiende un carajo.

Calparsoro vio que había encontrado un filón a la primera, así que repitió en Pasajes donde continuó bordando su antisocialismo mientras parecía que durante todo el filme comía polvorones.

Y como no hay dos sin tres, A ciegas, donde metemos el componente ETA para darle un poquito de morbo (y así, como estamos en la clandestinidad nos viene incluso bien que no se nos entienda) y cerramos un tríptico del copón que lanza a nuestra Najwa al estrellato resinístico.

Después se pasa a los blockbusters con Abre los Ojos, en la que hace de malamalísima superseductora sin nada con lo que seducir mientras Noriega (que sí, que ya está llegando) le mira continuamente con cara de no entender nada (y es que no lo está entendiendo).

Claro, ir hacia arriba después de esto es muy complicado. Pero el que vale, vale. Y el que es Resines, es Resines. Y así Najwa da un siguiente paso magistral en su carrera. "A ver, a mí no hay quien me entienda y a Médem nadie le entiende sus películas, coño, le voy a llamar a ver si tiene un hueco para mí". Bingo. Como decimos los anglosajones, a match made in heaven. Y nos sale Los amantes del círculo polar.

Bueno, después de tantas emociones, vuelta a casa. A casa, a casa, tampoco porque nos vamos de Euskadi a Madrid, pero Asfalto es lo mismo de siempre de Calparsoro con el mismo resinismo de siempre de Najwa, aderezao con una relación tripartita que va de transgresora pero que la programa usted después de Pocoyó y tampoco pasa nada.

Está en una especie de cameo en Antes de que amanezca, pero no me acuerdo de nada de lo que dice, si es que dice algo.

Posteriormente, su ascenso al Olimpo de las sexbombs nacionales se produce con Lucía y el sexo donde a base de susurros ininteligibles y pose que guay soy en esta isla apartada del mundo hace perder la cabeza a Tristán Ulloa y a los sufridos espectadores de esas salas de exhibición sin dolby surround.

Dicen los que aguantaron más de 10 minutos viendo Piedras, que Najwa está excepcional y femeninamente resines en este filme.

En Utopía, todo bien, resinismo en su justa medida, diálogos ininteligibles y la posibilidad de aprender al lado de uno de los grandes resinistas de nuestro tiempo, Leonardo Sbaraglia, muy pronto en éste su blog, en cuanto acabe la promoción de la peli guionizada por un ex-amigo. Porque a pesar de todo, uno es amigo de sus ex-amigos y tiene un gran respeto por ellos.

Finalmente, El Método nos entrega a una Nawja más mujer de su tiempo, más ejecutiva agresiva, más mirándote a los ojos da igual que seas Carmelo Resines Gómez o Adriana Resines Ozores y diciéndote sin torcer el gesto: "bnjkllkasndknikkmn nkjijsoa nujhuj ssjio".